En Barney&Co queremos ayudarte a evitar repercusiones económicas en tu factura derivadas de la energía reactiva. Para ello en primer lugar habría que entender qué es exactamente la energía reactiva con el objetivo de, finalmente, ofrecerte herramientas para eliminarla de tu factura energética.
La energía que consumimos se clasifica en dos tipos: la activa y la reactiva. La primera es aquella que se transforma íntegramente en trabajo o calor, y, por lo tanto, es 100% útil, al contrario de la energía reactiva, que no se transforma íntegramente para el uso. Esta última se trata de una energía “fantasma” que circula por la red, que no se consume ni sirve para calentar y que no es aprovechable, pero que, sin embargo, es generada al utilizar algunos aparatos eléctricos que tienen determinadas instalaciones.
¿Qué es la energía reactiva?
Como hemos explicado en el párrafo anterior la energía reactiva aparece cuando se usan determinados aparatos que necesitan crear campos eléctricos y magnéticos para funcionar.
La empresa distribuidora debe suministrar la suficiente energía para que estos aparatos puedan funcionar, pero muchas veces la energía no se usa y se devuelve a la red eléctrica creando una sobretensión que genera sobrecostes por los que nos penalizan.
Cuando pagamos por la energía reactiva estamos abonando recargos por exceso de energía vertida en la red eléctrica y que puede producir sobrecargas y problemas para las empresas distribuidoras.
Hay dos tipos de energía reactiva: la energía reactiva inductiva y la energía reactiva capacitiva, y para eliminarla debemos analizar primero de que tipo de energía estamos hablando.
Energía reactiva inductiva
La energía reactiva inductiva se da cuando tenemos aparatos eléctricos que utilizan bobinas para funcionar. Por ejemplo: neveras, congeladores, compresores, hornos microondas o tubos fluorescentes.
Las penalizaciones por energía reactiva inductiva se dan en los contratos de baja tensión mayores a 15 kW y en todos los de alta tensión. Por lo tanto, es más probable que lo generes si tienes una empresa. De todas formas, si la energía reactiva inductiva es inferior al 33% de la energía activa que tu usas no nos van a penalizar por ella.
Energía reactiva capacitiva
Este tipo de energía no es tan común como la inductiva y surge solamente si disponemos de iluminación LED, ordenadores o cables enterrados. Las penalizaciones se aplican solamente a los contratos de alta tensión siempre que superen al 20% de la energía activa.
¿Cuánto me van a cobrar por la energía reactiva y como compensarlo?
Una vez analizados los puntos anteriores, energía inductiva y energía capacitiva, hemos de verificar si excedemos los límites establecidos sobre energía activa para saber si te van a cobrar por la energía reactiva. En internet podemos encontrar calculadoras que nos permitirán obtener la energía aparente de nuestra factura.
Si superas los límites establecidos, en tu factura verás reflejado un importe correspondiente a la penalización. Desde Barney&Co podemos ayudarte para verificar si el importe es oportuno y correcto. Si la penalización viene derivada por generar energía inductiva te daremos una solución adaptada que compense la penalización que pagas.
Dicha solución pasa por la instalación de baterías de condensadores; de esta manera equilibramos la energía reactiva inductiva con la capacitiva. Las baterías de condensadores son aparatos que mediante contactores y de forma automática, conecta o desconecta los condensadores necesarios para adaptarse a la potencia reactiva existente en cada momento.
Es menos frecuente pagar por un exceso de energía reactiva capacitiva. Por lo tanto, si es tu caso también te recomendamos realizar un estudio completo con los profesionales de Barney and Co para optimizar de la mejor manera posible la energía que estás utilizando.