A pesar de los acuerdos de transformación ecológica tomadas por la Unión Europea, la producción de energía de la mayoría de los países europeos todavía está sujeta a una gran cantidad de emisiones de CO2.
A poco más de siete años para llegar a la fecha marcada por la Naciones Unidas para conseguir una economía mundial sostenible, los deberes todavía están por hacer, sobre todo en materia de emisiones y energía. El Pacto Verde Europeo y la Directiva sobre fuentes de energía renovables aprobada por la Comisión Europea fija que en 2030 un 40% del mercado energético de la UE tiene que ser renovable.
Un porcentaje que la propia Comisión Europa pretende incrementar hasta el 45% para disminuir la dependencia del gas ruso, en un contexto de tensiones diplomáticas con el país presidido por Vladimir Putin.
Alemania, Países Bajos, Bélgica, Polonia y Noruega, en la cabeza de emisiones de CO2 en Europa
A pesar de los esfuerzos de la Unión Europea para reconvertir su mercado eléctrico, las emisiones de CO2 vinculadas a la energía del viejo continente siguen siendo elevadas. Y, según los datos la Agencia Europea de Medio Ambiente, recogidos por Datosmacro, existe una clara vinculación entre el volumen de emisiones de CO2 y el consumo de energía.
Así, los países europeos del norte, donde existe un mayor consumo de energía debido a las bajas temperaturas en invierno, las emisiones de CO2 por cápita se dispara. Es el caso de Alemania, Países Bajos, Bélgica, Polonia y Noruega.
Países Bajos se sitúa como el país europeo con mayor generación de emisiones CO2 por cápita con un total de 8,52 t por persona y año. Le sigue de cerca Polonia (8,48 t CO2) y Bélgica (8,22 t). Alemania y Noruega cierran el ranking de países europeos con mayor creación de emisiones de gases de efecto invernadero con generaciones superiores a las 8 toneladas por persona y año. También es considerable la emisión por cápita de otros países del norte de Europa como la República Checa, Austria y Eslovenia.
Por el contrario, el nivel de emisiones de CO2 en los países del sur es inferior, debido a un inferior consumo de energía. Es el caso de España, que en 2021 generó una media de 4,99 toneladas de CO2 por persona, una cifra parecida a la de Francia (4,58 t CO2), Italia (5,41), Portugal (3,8) y Grecia (4,82).
Los países del norte necesitan mayor producción de energía renovable para conseguir la neutralidad climática
Los datos de la Agencia Europea de Medio Ambiente muestran una evidente vinculación entre el consumo de energía y las emisiones de gases de efecto invernadero. Así, los países del norte, donde el consumo de la energía es mayor, el nivel de emisiones por cápita también se dispara. Tan solo existe una excepción: Dinamarca.
El país danés, a pesar de ser uno de los territorios más fríos del viejo continente, ha conseguido mantener a raya su nivel de emisiones de CO2 por cápita en 4,69 toneladas por persona. Una cifra inferior a la de España e Italia, y muy parecida a la de Francia. Esto se debe, principalmente, a su capacidad de generación de energía renovable. Según los datos recogidos por Datosmacro, el 78% de la producción energética de Dinamarca es renovable. Uno de los pocos países de Europa donde la producción renovable supera el 50%. Otro ejemplo lo encontramos en Portugal, donde el 65% de la producción energética es renovable, y consecuentemente, también bajan sus emisiones de CO2 por cápita.
En el caso de España, en 2021 el 46,7% de la generación de energía del país provino de la energía renovable, marcando un máximo histórico
La dependencia energética: el punto de inflexión de Europa para conseguir un mercado energético renovable y estable
Sin embargo, el verdadero talón de Aquiles del mercado energético europeo es su dependencia de otras economías. Según datos del Consejo de la Unión Europea, en 2020 el 58% de la energía disponible en la UE se generaba fuera de los Estados miembro. La mayoría de los países de la Unión Europea tienen una dependencia energética de más del 50%. EN especial destaca la dependencia de Malta, Chipre y Luxemburgo, con dependencias de más del 90%. En Alemania la dependencia se sitúa en el 63,7% y en España en el 67,8%.
Para combatir esta dependencia, la Unión Europea tiene previsto invertir más de 200.000 millones de euros en los próximos años para fomentar la producción de energía renovable en el territorio. Hasta entonces, sin embargo, el mercado energético europeo seguirá dependiendo de sus proveedores internacionales.
Por otro lado, los usuarios pueden tomar medidas para controlar su consumo energético y contribuir a la energía renovable. En Barney & Co te asesoramos sobre soluciones energéticas que harán de tu hogar un lugar más eficiente, con consumo renovable y adaptado a la transformación energética del siglo XXI.
¡Consúltanos para más información!