El CO2 también se puede reciclar y transformarlo en otros materiales y productos útiles, gracias a la investigación científica. La transformación del CO2 puede ser una práctica clave para retirar las casi 8 gigatoneladas que la AIE considera necesario en 2050.
Los estados de la Unión Europea se han comprometido a reducir al menos un 55% las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030. Para conseguirlo las energías renovables son clave, pero también los son las prácticas para capturar y reutilizar el CO2. El dióxido de carbono (CO2) es el gas de efecto invernadero más conocido, y se genera por la quema de combustibles fósiles, como el carbón, el gas natural y el petróleo.
A pesar del auge de soluciones energéticas y el autoconsumo de energía renovable las fuentes de energía fósil son todavía una realidad. Y por ese motivo, tener la capacidad de capturar y reutilizar el CO2 puede ser una práctica clave para conseguir los objetivos de neutralidad climática de la Unión Europea.
¿En qué consiste capturar y reutilizar el CO2?
La naturaleza tiene sus propios mecanismos de captura de CO2. Los árboles tienen capacidad de absorber hasta 167 kg de CO2 al año. Sin embargo, la capacidad de la naturaleza para capturar y reutilizar el CO2 es inferior al elevado número de emisiones generadas por la humanidad.
Por ese motivo, se han desarrollado tecnologías y acciones capaces de atrapar el CO2 del aire. Se estima que a nivel mundial existen ya 30 instalaciones que capturan 40 millones de toneladas de CO2 al año. Sin embargo, las cifras todavía son muy inferiores de las recomendadas por la Agencia Internacional de Energía (AIE), que calcula que se deberían capturar 8 gigatoneladas de CO2 cada año.
Las tecnologías desarrolladas para capturar el CO2 consisten en la creación de turbinas capaces de filtrar el CO2 del aire. Las turbinas separan el dióxido de carbono del resto de elementos del aire y lo retienen en depósitos. Posteriormente, el CO2 se puede inyectar en el suelo o utilizarlo para distintos usos.
Los primeros estudios realizados por científicos del Instituto Paul Scherrer y del ETH Zurich de Suiza concluyen que estas turbinas serían capaces de capturar el 97% del CO2 presente en el aire.
¿Qué uso podemos hacer del CO2 capturado?
Aunque popularmente no es conocido, el dióxido de carbono se utiliza en procesos productivos de múltiples industrias. La industria alimentaria, energética y constructora, entre otras, utilizan el CO2 para sus productos y servicios. A grandes rasgos, podemos identificar los siguientes usos que podría tener el CO2 capturado:
- Combustible sintético.
La combinación de CO2 y agua permite crear combustibles sostenibles.
- Bebidas carbonatadas.
El CO2 se utiliza para crear bebidas como el agua embotellada, las cervezas o los refrescos.
- Envase y conservación de alimentos.
En el sector de la alimentación el CO2 también se usa para envasar al vacío o crear atmósferas protectoras en productos envasados.
- Cemento y hormigón.
El uso de CO2 ha llegado al sector de la construcción. Algunas nuevas fórmulas para la creación de cemento y hormigón incluyen el CO2.
- Colchones y asientos.
La confección de productos acolchados también precisa de CO2 para la producción de polímeros.
- El CO2 también se usa para crear este tipo de alcohol de forma más sostenible.
- Extinción de incendios.
Por último, el CO2 es un elemento clave para apagar algunos incendios. Los extintores cuentan con grandes dosis de CO2.
Unir esfuerzos para superar el reto: ¡un sistema energético sostenible es posible!
La captura y reciclaje de CO2 es una buena muestra de la capacidad que tenemos para revertir los niveles actuales de emisión de gases de efecto invernadero.
El camino hacia la reconversión energética ha comenzado. Y en Barney & Co ayudamos a empresas y hogares a consumir energía de forma sostenible y eficiente.